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domingo, 6 de mayo de 2012




POLITICA ECONOMICA

Política económica: Continuismo o 'apropiación'

02.05.2012

MONTEVIDEO (Uypress/Mario Bergara) - Una década después, Uruguay volvió a ser considerado por una calificadora de riesgo como un país con Grado de Inversión (Investment Grade).

Sin duda, es un logro que responde al esfuerzo de todos los uruguayos, los verdaderos artífices de la transformación de una situación crítica en el terreno económico y vergonzosa en el terreno social, como la imperante durante la crisis que estalló en el año 2002, en otra más esperanzadora, como la de hoy. Este reconocimiento responde a la evaluación de múltiples factores (institucionales, políticos, económicos, sociales). Por lo tanto, la historia cuenta. Pero no lo es todo. También cuenta la actualidad y, sobre todo, las perspectivas de futuro.

No tenemos un enfoque “refundacional” de los países. Los procesos son una conjunción de continuidades y cambios. Típicamente, las continuidades se asocian más a los aspectos institucionales y los cambios a las políticas. La fortaleza institucional no es fruto de un gobierno sino de una larga historia que respeta las mejores tradiciones. Sin embargo, los procesos económicos, el mapa de riesgos de una economía y las oportunidades de desarrollo son más cambiantes y se vinculan de mayor manera a las políticas efectivamente desplegadas y a los resultados efectivamente obtenidos.
1 - Paternidad y continuismo

Dicho esto, la sociedad debe estar perpleja con la discusión sobre la “paternidad” del Grado Inversor. Parece mentira que un hecho que debiera ser tomado con prudente alegría por todos, se transforme en objeto de una disputa que, en última instancia, refiere al “continuismo” de la política económica y social actual con respecto a la desplegada históricamente por los partidos tradicionales. “Apropiarse” de la política económica lleva a “apropiarse” de los “méritos” del Grado Inversor. El tema cantado a coro por varios agentes y analistas consiste en que el mantenimiento de los equilibrios macroeconómicos, la estabilidad financiera y la baja inflación responden más a las políticas tradicionales que al programa de la izquierda. En consecuencia, la recuperación del Grado de Inversión es más hija del continuismo que de los cambios, en un viraje (cuando no, traición) con relación a los principios históricos de la izquierda.

Pretendemos analizar esto en dos niveles. El primero relaciona la actual política con factores instrumentales de los primeros programas del Frente Amplio: estatizar la banca, nacionalizar el comercio exterior, no pagar la deuda externa, la reforma agraria, etc. Con respecto a esto, debemos recordar que hay ríos de tinta escritos por los cientistas políticos en donde se analizan y documentan los cambios, la modernización y la actualización programática del Frente Amplio desde su fundación hasta su acceso al gobierno. Además, no se encontrarán planteamientos que aboguen por el desorden macroeconómico, la irresponsabilidad fiscal, la inestabilidad financiera o la inflación fuera de control. Por lo tanto, plantear que hubo un viraje de última hora con respecto a ese programa de la izquierda el 1º de marzo de 2005 no es más que una caricatura política.

Pasemos entonces al segundo nivel: el que analiza las políticas económicas efectivamente desarrolladas por los gobiernos del Frente Amplio y por los gobiernos anteriores. A efectos de evluar continuidades y cambios, el análisis debe aislar el esqueleto fundamental y el enfoque estratégico de las políticas. También debemos distinguir el discurso, las políticas implementadas y los resultados, ya que a veces se toman indistintamente estos aspectos, asumiendo que lo que un agente dice es efectivamente lo que hace y lo que logra. Nada más alejado de la realidad.

2 – Discurso, implementación y resultados

El discurso tradicional no era integrador de las políticas económicas y sociales. En los hechos, se las oponía. : “No podemos dedicar estos recursos a las políticas sociales, porque se alterarían los equilibrios macroeconómicos”, era una regla que no reconocía prácticamente calibraciones. Era casi conceptual. Contrariamente, el discurso del equipo económico en funciones desde el 2005 es enfático en integrar políticas económicas y políticas sociales, además de haber demostrado que, en un contexto de responsabilidad, siempre se puede encontrar espacio económico para el despliegue de políticas sociales focalizadas y bien diseñadas. Incluso, se incorpora la realidad social como parte de un ambiente de inversión que es preciso consolidar para sustentar el crecimiento económico, en una visión estratégica de largo plazo.

Con respecto a la implementación, podríamos hacer una larga enumeración de reformas profundas desplegadas en pocos años, que implicaron cambios sustanciales en la estructura de incentivos y reglas y en las formas de institucionalización de las políticas. A saber: la reforma impositiva y de la administración tributaria, la reforma presupuestal (evitando que los presupuestos fueran letra muerta), la reforma en el sistema financiero (Carta orgánica del BCU, mercado de valores, sistema de pagos), la reforma en el sector de la vivienda (BHU, ANV), los cambios en las reglas de funcionamiento de mercados e inversiones (competencia, bancarrota, promoción de inversiones), los cambios en la transparencia tributaria y bancaria como ingredientes de la inserción internacional, la reforma de la salud, las leyes laborales (negociación colectiva, tercerizaciones, fuero sindical), los planes sociales focalizados (emergencia, equidad, asignaciones familiares).
Todas ellas caracterizan a los gobiernos del Frente Amplio. Difícil ver continuismo en la inmensa mayoría de ellas. De ser una expresión de continuismo, es curioso que las leyes sustanciales de la actual política económica (reforma tributaria, leyes de presupuesto, rendiciones de cuentas, leyes laborales) no hayan sido votadas por los partidos tradicionales. De hecho, fueron ostensiblemente críticos a nivel mediático, augurando consecuencias negativas inconmensurables: se caería la producción y el empleo, se ahuyentarían inversiones, se provocarían salidas de capitales, se generaría desorden fiscal, etc. Afortunadamente, la realidad es otra.

Pasemos finalmente a evaluar los resultados. Por lo que se escucha en el coro reivindicativo, el orden macroeconómico, la baja inflación y la estabilidad financiera parecen ser patrimonio de la derecha. Por suerte, la izquierda habría continuado con estas prácticas, traicionando su visión tradicional de descuido de los equilibrios básicos. El manejo económico iba a ser el Talón de Aquiles de la izquierda en el gobierno. Pero, ¿fueron realmente ésas las características de los gobiernos tradicionales en las últimas décadas? La respuesta es un rotundo NO.
Una secuencia de crecimiento económico como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. El crecimiento de largo plazo no superaba el 2%, mientras que fue del orden del 6% en los últimos siete años.

Una secuencia de flujo de inversiones como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. La tasa de inversión histórica rondaba el 14%, mientras que en la actualidad llega al 20%. En materia de inversión extranjera directa, los flujos se han triplicado.

Una secuencia de tasas de inflación de un dígito como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. Con escasas excepciones, la tasa anual de inflación fue de dos y tres dígitos, con sus perjuicios en el terreno económico y social.

Una secuencia de déficit fiscales del entorno de 1% del PIB como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. Los resultados negativos de las cuentas públicas fueron en promedio notoriamente superiores a este guarismo, llegando en algunos años, a cifras de 6% y 7%.

Una secuencia de empleo y desempleo de los uruguayos como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. Nunca hubo tantos puestos de trabajo, ni tanta formalización en el empleo desde que se llevan registros, como en el presente. La tasa de desempleo es hoy la más baja de la historia.

Una secuencia de mejora de ingresos familiares como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. Tanto los salarios, como las jubilaciones, las pensiones y las rentas han subido considerablemente durante siete años seguidos. El pasado muestra oscilaciones bruscas con aumento y caídas de los ingresos familiares, lo que impregnaba de incertidumbre las decisiones económicas.

Una secuencia de mejora de los indicadores de pobreza, indigencia y distribución del ingreso como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. En solo siete años, la pobreza se redujo a la tercera parte y la indigencia a la décima parte, mientras que el Índice de Gini asume el mejor valor desde que se llevan registros.

Una secuencia de reducción y mejora del perfil de la deuda pública como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. El peso de la deuda bajó casi a la mitad y sus características de vencimientos, monedas y condicionalidades muestran cómo una situación de ahogo financiero se transformó en una de tranquilidad en pocos años.
Una secuencia de estabilidad financiera como la actual no se ha verificado en los últimos 60 o 70 años. Hoy nadie duda de la solidez y la salud del sistema financiero. La historia financiera del país, en cambio, fue una sucesión permanente de crisis, cierres, liquidaciones, salvatajes, compras de carteras, corridas bancarias, etc., que le costaron miles de millones de dólares a los uruguayos La inestabildad financiera recorrió todas las décadas, al menos desde fines de los cincuenta. En los sesenta, se hundió el Transatlántico; en los setenta, el Mercantil, Aldave y Martínez, etc.; en los ochenta, la crisis de 1982, la compra de carteras de 1983, el Banco de Italia y el del Plata y los posteriores salvatajes del Comercial, el Pan de Azúcar, el Caja Obrera, etc.; en los noventa, siguieron los bancos “administrados” por el Estado, incluyendo al Banco de Crédito; en el 2002, corrida bancaria y crisis generalizada. Y en todo aquel período, además, la agonía del Banco Hipotecario.

3 - ¿Por qué “apropiarse” de la política económica?

Parece claro que difícilmente la derecha pueda tener en su patrimonio, los méritos de la estabilidad macroeconómica y financiera. Lo hecho entre 2003 y 2004, con algunos elementos positivos, no parece ser representativo de sus políticas económicas de largo plazo. Obviamente, Uruguay sintió el shock externo proveniente primordialmente de Argentina. Pero también parece claro que la economía estaba plagada de vulnerabilidades que no permitieron mitigar sus impactos.

La intención de “apropiación”, creemos, tiene su razón de ser. Lejos de ser el Talón de Aquiles del gobierno de izquierda, la actual política económica luce consistente (en su discurso, su diseño y su implementación), exitosa (en sus resultados) y apoyada por la población (con un satisfactorio reconocimiento en las encuestas). Es como el “Bueno, bonito y barato” en la materia. El aprovechamiento de un entorno externo favorable (aunque menos de los que algunos enfatizan, dado que no se suele tener en cuenta que, por ejemplo, somos importadores de petróleo y que el mundo desarrollado atraviesa la mayor crisis de los últimos 80 años) con el despliegue de buenas políticas parece ser una combinación exitosa y aceptada.

Los uruguayos hemos ido aprendiendo estas cosas a los golpes. Si este enfoque de “apropiación” implica que estas políticas van a tener continuidad en el futuro, bienvenido entonces. Hay mucho por hacer. No hay lugar para la autocomplacencia. Y más que discutir de continuismos del pasado, sería más fructífero mirar hacia adelante, para consolidar la estabilidad, las certezas y la reducción de vulnerabilidades, en el contexto de una visión estratégica del desarrollo económico y social del país.

Mario Bergara. Economista, Presidente del Banco Central del Uruguay (BCU). Esta nota es una opinión personal y no compromete la visión institucional del BCU.

miércoles, 18 de abril de 2012





 

Montevideo elegida sede regional de Internet

18.04.2012

MONTEVIDEO (IPS/Álvaro Queiruga) - La capital de Uruguay acaba de convertirse en sede de las seis principales organizaciones latinoamericanas de Internet, reunidas en un edificio único.

 

La inauguración este martes 17 de la Casa de Internet de Latinoamérica y el Caribe frente al Río de la Plata, en el barrio residencial de Carrasco, hace de Montevideo el principal polo de entidades de este tipo del planeta. 

"No existe otra ciudad en el mundo, ni un edificio, en el cual confluyan tantas organizaciones vinculadas a la temática", dijo a IPS el uruguayo Raúl Echeberría, presidente de la Internet Society (ISOC) y director ejecutivo del Registro de Direcciones de Internet para América Latina y el Caribe (Lacnic). 

La primera de las seis organizaciones es el capítulo regional de la ISOC, entidad internacional sin fines de lucro fundada en 1992, que busca asegurar el desarrollo, la evolución y el uso abierto de Internet. 

Lacnic, por su parte, administra las direcciones de Internet para la región. 

La Red de Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas desarrolla y opera la única red de este tipo que tiene la región para la investigación, la innovación y la educación. 

LACTLD(siglas de Latin American and Caribbean TLD Association) agrupa a los administradores de dominios de país de la región y de otras zonas del mundo con vínculos en este continente. 

La Federación Latinoamericana y del Caribe de Internet y el Comercio Electrónico se ocupa de impulsar los negocios a través de la red y el desarrollo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. 

Por último, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Operadores de Puntos de Intercambio de Trafico de Internet fue creada en 2011 para fortalecer la interconexión regional. 

La iniciativa de reunir a estas entidades "en un solo lugar mejora las instancias de coordinación" y "fortalece la institucionalidad del sector y su capacidad de ayudar en el proceso de desarrollo de Internet", señaló un comunicado de prensa de Lacnic. 

El acceso a Internet de banda ancha es clave para el desarrollo económico y la igualdad social en la región, dijo el ministro de Industria, Energía y Minería de Uruguay, Roberto Kreimerman, que participó de la ceremonia junto al presidente de la República, José Mujica. 

En la VI Cumbre de las Américas, celebrada el 14 y 15 de este mes en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias, hubo consenso entre los 34 países representados en que el acceso a Internet de banda ancha es una de las claves para reducir la desigualdad social, junto con la consolidación de la integración y con el aumento del valor agregado y de la tecnología en la producción regional. 

El ministro también se refirió el trabajo que se está realizando desde la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para instalar un anillo óptico de interconexión que pretende abaratar y mejorar la conectividad. 

No hay duda "del potencial que tiene Internet para el desarrollo", dijo Echeberría a IPS. 

De los aproximadamente 600 millones de habitantes de América Latina y el Caribe, 40 por ciento tienen acceso a Internet. Echeberría estima que, para fines de 2015, esa proporción llegará a 60 por ciento. 

La región está en un proceso de "crecimiento económico único en su historia. Esta es la década de América Latina. Y para seguir creciendo precisamos una Internet fuerte, estable, segura, abierta, con modelos de gobernanza participativos, con el involucramiento de todos los actores", agregó. 

La pobreza pasó de afectar a 44 por ciento de la población en 2002 a 31 por ciento en 2011, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Y el desempleo ronda 6,6 por ciento de los activos. 

Pero restan muchos desafíos porque esta región sigue siendo la que muestra mayor desigualdad entre ricos y pobres en el mundo. 

Según la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, la conexión de calidad es tan importante para el desarrollo que "la banda ancha debería ser un bien público mundial o regional, lo que no significa gratuito, sino para todos". 

En Bolivia, por ejemplo, "si usted es una agricultora que vive lejos de la zona urbana, debe ir hasta la ciudad para conocer los precios, acceder a la información y comerciar. Todo eso es clave para una empresa mediana, así que debe destinar mucho dinero en viajes, papeleo y comunicación", dijo Bárcena a IPS en una entrevista en Nueva York. 

En ese país andino, una conexión de banda ancha de dos megabytes "cuesta 300 dólares por mes, lo que equivale a 17 por ciento del ingreso nacional por persona", agregó. "Esa es la brecha. El acceso a Internet en Bolivia es entonces casi 40 veces más caro que en Francia y unas 100 veces más que en Corea del Sur". 

En este aspecto, Echeberría dijo que "tenemos el desafío de aumentar la cantidad de usuarios, pero también de disminuir las brechas internas en la región. Si lo logramos, consolidaremos una Internet abierta, participativa... que sirva como una plataforma de desarrollo para nuestra población y que siga siendo catalizadora en el ejercicio de los derechos humanos". 

Uruguay, donde la penetración de Internet es de 60 por ciento de la población, fue elegido para alojar la Casa de Internet de Latinoamérica y el Caribe por su marco jurídico propicio para la instalación de organismos internacionales no gubernamentales, que reciben beneficios impositivos del Estado, explicó el especialista. Además, la calidad de las telecomunicaciones y la estabilidad de su sistema financiero también influyeron en la elección de Montevideo como sede, agregó. 

* Con aportes de Rousbeh Legatis (Nueva York).

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Uruguay será el centro mundial del registro de direcciones de Internet

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Uruguay se convirtió en acreedor del FMI

15.11.2011

MONTEVIDEO, 15 Nov (UYPRESS) - Cuando asumió el primer gobierno del Frente Amplio (FA) en el año 2005 debió negociar un programa de créditos con el FMI. Seis años después, Uruguay se convirtió en acreedor del FMI y a través del mismo otorgó créditos a Angola e Irlanda, cinco años después de cancelar su deuda con el organismo.

Como país miembro del Fondo Monetario Internacional (FMI), Uruguay podría -de necesitarlo- pedir hasta US$ 4.000 millones en créditos. En 2005 el FA recurrió al organismo y acordó un programa stand-by por el que el FMI hacía revisiones periódicas de las metas a las que se había comprometido el gobierno y desembolsaba tramos de préstamos. Pero en noviembre de 2006 -tras haber adelantado pagos al organismo- Uruguay decidió cancelar la deuda que tenía con el FMI de US$ 1.080 millones y terminar con el programa stand-by.

Hoy el FMI divide a sus países miembros en dos categorías: los que necesitan financiamiento y los que son capaces de dar financiamiento. Uruguay se ubica dentro de los segundos.

El gerente de la Asesoría Económica del Banco Central (BCU), Umberto Della Mea en la comisión de Hacienda del Senado, sostuvo que "Hoy en día, nuestro país es un acreedor neto del Fondo Monetario Internacional y no un deudor", ya que el FMI "retira dinero" de la cuota que Uruguay tiene en el organismo y que forman parte de las reservas "del Banco Central y le compra dólares".

Los créditos que Uruguay otorgó mediante este mecanismo el FMI los destinó a Angola e Irlanda. "Desde el punto de vista de las reservas, eso no cambia nada, porque ese dinero está a total disposición del Uruguay y lo puede pedir de vuelta en cualquier momento. Mientras no se usa, es remunerado en base a tasas de mercado", detalló el jerarca.

De acuerdo a la cuota que Uruguay tiene integrada al FMI, el país puede acceder a créditos por hasta 4.041 millones de dólares. "Somos candidatos a pedir ese financiamiento cuando lo deseemos", agregando que "ese financiamiento se devuelve en períodos que van desde los dos años y medio hasta los seis años, sin condicionalidad alguna".

El gerente de la Asesoría Económica del BCU concurrió a la comisión de Hacienda del Senado para explicar el aumento de la cuota para los 158 países miembros del FMI. En el caso de Uruguay, la cuota pasa de 306,5 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG, la unidad de cuenta del organismo basada en una canasta de monedas) hasta 429,1 millones de DEG. Eso representa pasar de US$ 481,1 millones a US$ 673,5 millones. Como en otros países el aumento de la cuota es proporcionalmente mayor, se reduce la capacidad de voto de Uruguay en el Fondo de 0,15% a 0,11%.

“Uruguay tiene una buena imagen ante el FMI” por lo que “somos candidatos a poder pedir ese financiamiento en el momento que lo deseemos. Es más; podríamos hacerlo mañana u hoy mismo, si quisiéramos, y lo obtendríamos. Ese financiamiento se devuelve en períodos de tiempo que van desde los dos años y medio hasta los seis años, sin condicionalidad alguna“, aseguró.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Diseñan plan para repatriar a miles de uruguayos desempleados en España

Uruguay decidió salir a la caza de mano de obra calificada. Es que las proyecciones de los expertos indican que el país va a seguir creciendo a tasas importantes, por lo que la demanda de trabajo podría no verse colmada en el corto y mediano plazo.

Para disminuir ese riesgo es que la Cámara de la Construcción del Uruguay, en conjunto con el Ministerio de Trabajo y el gobierno de España, diseñan un plan para estimular el regreso al país de aquellos compatriotas que se encuentren desempleados en el país ibérico.

Por estos días, la Cámara se encuentra diagramando "un resumen de perfiles" que las empresas necesitan de acuerdo a distintas capacitaciones. El presidente de la corporación, Ignacio Otegui, señaló a EL PAÍS digital que una vez completado el documento se expondrá ante los gobiernos de Uruguay y España.

"La intención es tratar de generar un convenio con el gobierno de España que facilite el retorno de los uruguayos que estén desempleados y quieran volver", dijo.

Otegui recordó que el desempleo en España alcanza el 20%, por lo que hizo la siguiente reflexión: "Hay cerca de 60.000 uruguayos viviendo en ese país; con cualquier porcentaje razonable que apliquemos, podemos evaluar que hay un número de uruguayos no inferior a 15.000 que está en esa situación". Sin embargo, fuera de la regla de tres, para el jerarca la cifra supera los 20.000 compatriotas.

Por el momento, la construcción es la única rama de la actividad que se ha sumado a esta iniciativa. Si bien no se descarta que áreas como la forestal y la minera puedan acoplarse, dado las inversiones que se aproximan al país (la pastera Montes del Plata en Colonia y Aratirí en varios departamentos del interior), sólo la construcción podría absorber a más del 50% de aquellos 15.000 uruguayos.

"Tenemos previsto que la construcción necesite entre 5.000 y 8.000 personas más que las que hoy tiene ocupadas, en el corto y mediano plazo", indicó Otegui, quien agregó que a setiembre, según cifras del BPS, el sector emplea a unos 54.000 trabajadores en obra. "La perspectiva es que esto continúe. Necesitamos incorporar toda la fuerza laboral capacitada que encontremos. (…) Si mirás para adentro del país, decís: ¿De dónde saco 5.000 personas más para acompañar ese crecimiento? Lo vamos a necesitar; por eso nos preocupamos", explicó.

El objetivo es tener pronto un sistema pronto para febrero o marzo próximos. En ese sentido, es que quieren acelerar el proceso y hoy el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, recibió a Otegui en su despacho.

Además de que hay nuevos contactos previstos, a principios de noviembre hubo reuniones con la viceministra de Inmigración de España y autoridades de las embajadas.

Otegui señaló que el gobierno español incentivaría a los uruguayos a emprender la vuelta a través de distintos mecanismos, como puede ser el adelanto de lo que tengan para cobrar del seguro de paro o una partida especial para costear los pasajes del núcleo familiar. Sin embargo, el presidente de la Cámara de la Construcción apuntó que "el estímulo mayor" es que se le asegura un trabajo en su país.

"Se fueron los más jóvenes, los más emprendedores, gente valiosa", lamentó Otegui, rememorando los años que el país sufrió una fuga masiva de mano de obra calificada. "Lo razonable es hacer el esfuerzo (para que vuelvan), sería una tontería no hacerlo. Hoy le podemos dar cabida a muchos de los que se fueron", aseguró.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

domingo, 28 de marzo de 2010

Julio Bocca será director del ballet de Uruguay

Fue nombrado por el presidente José Mujica

Por Nelson Fernández

MONTEVIDEO.- "Estoy transpirando", dijo Julio Bocca ante las cámaras de la televisión uruguaya. No había terminado de bailar sino que salía de una entrevista con el presidente del Uruguay, José Mujica. "Estoy nervioso, pero el presidente me transmitió paz, tranquilidad y seguridad, las tres cualidades que necesitaba para avanzar en este nuevo desafío", expresó Bocca al ser presentado como el nuevo director del Cuerpo de Baile oficial de este país.

Bocca ya se había instalado a vivir en Uruguay y tiene residencia en el coqueto barrio Malvín, sobra la rambla montevideana. La contratación se formalizó en la sede de Casa de Gobierno, frente a Plaza Independencia, en una reunión con Mujica; el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich; el presidente del servicio cultural, Fernando Butazzoni, y el director del Teatro Solís, Gerardo Grieco. "Me gustaría juntarme con los maestros de la Escuela Nacional para unificar la enseñanza de ballet, algo que aún no se hizo en Uruguay -dijo Bocca-. Hay muy buenos maestros, pero no hay una unidad didáctica. Me voy a dedicar a lo que más me gusta: dirigir y enseñar."

Ya anunció ideas y proyectos; dijo que se procurará la "estandarización de la educación en ballet", invitar artistas del exterior, presentar nuevas obras y reponer otras, firmar convenios con escuelas de danza sudamericanas e impulsar el intercambio educativo. María Pichetto será una de las primeras invitadas. "Mi papel a partir de ahora será estar en todos lados", dijo Bocca con mucho entusiasmo.